Durante el fin de semana leí un libro que me dejo mucho que
pensar, se llama “El caballero de la Armadura Oxidada” de Robert Fisher, este habla de un
caballero que había llevado su armadura por tanto tiempo que se había quedado literalmente
adherida a su cuerpo, cuando vio que por llevar aquella armadura que no
permitía la cercanía de los que amaba estaba provocando la pérdida de su
familia, quiso quitarla pero
se encontró que para eso habían cosas que tenía que aprender, tenía que caminar
por el sendero de la verdad hasta llegar a la cima, si lograba aprender y
superar las cosas que habían provocado que esa armadura estuviera cubriendo su
cuerpo entonces lograría
quitársela.
En el camino aprendió que tenía un Yo interior al
que nunca había escuchado porque trataba de agradar a los demás queriendo
demostrar que era bueno, amoroso y bondadoso, que aunque tenía muchas
victorias que contar tenía
miedo a estar solo por eso
nunca hacia silencio y mientras no superara ese miedo y lograra amarse a sí
mismo como era no podría
amar a nadie más, que existen dos tipos de ambición ,la que va tras
las riquezas y está llena de
avaricia y la que viene del corazón que te impulsa a ayudar a alguien más, que la voluntad se ve seriamente afectada por el miedo y la duda que
son dos espadas afiladas que te aseguran la derrota y a medida que iba
aprendiendo, el sendero se
hacía más empinado, pero su armadura se iba quitando por partes ya casi en la cima con manos
sangrando por el filo de las rocas a las que se aferraba para subir, su Yo
interior le dijo que debía soltarse porque mientras estuviera aferrado a lo conocido
no tendría acceso a lo desconocido que es mucho más abundante.
En mi enfoque personal:
No hay nada que demostrar, cada
uno de nosotros tiene un talento especial, el amor está en nosotros desde el
momento de nuestra concepción y
para amar debemos amarnos primero, no hay nada que temer porque siempre tenemos la ayuda incondicional de
nuestro creador y sobre todo no hay nada a que aferrarse, el universo es abundante y por ley
terminas perdiendo todo a lo que te aferras, para tener acceso a la abundancia
las cosas deben fluir constantemente, para que venga lo nuevo y lo perfecto, tu
armadura oxidada llena de viejos juicios, creencias que señalan, juzgan y
condenan debe ser removida de tu vida y empezar a verte como el ser perfecto
creado a imagen y semejanza, el universo está hecho para ti solo suéltate y confía en que
Dios te ha reservado lo
mejor.
Aun cuando no lo parezca, cuando todo parece ir
mal, siempre recuerda que
Dios es Bueno!
Un dulce abrazo.
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